sábado, 8 de noviembre de 2008

CUENTO SOBRE UNA PESADILLA




No se si esto fue real o un sueño, producto de mi imaginación o solamente un mal entendido, el caso es que estoy aquí solo en la oscuridad de mi habitación encerrado, sin salir , tengo un dolor muy agudo en mi brazo y sobre todo el frío me esta matando. Necesito evitar a toda costa un accidente que me pueda causar mi mi muerte aunque ya todo da igual,me encontrara y el vendrá para reclamarme lo pactado. Mientras empiezo a quedarme dormido pasan por mi cabeza recuerdos del pasado.


Todo comenzó hace 30 años yo todavía como cualquier adolescente no tenía claro lo que quería hacer ni cual sería mi futuro. Si mi vida sería cómoda o por el contrario sería como la de esas personas desgraciadas que viven para su trabajo, sin tener tiempo para disfrutar de la vida lamentándose de lo que pudieran haber hecho para cambiarla.
Por aquel entonces tenia un amigo que era muy aficionado al ocultismo y a la parapsicologia, teníamos largas charlas sobre todo tipo de temas. Su tema preferido era el diablo, y poco a poco me fue introduciendo en ese mundo oscuro. Lo cierto es que nunca creí en la existencia de dios y por supuesto esto conlleva no aceptar la realidad del diablo.
Nuestros debates se centraban sobre la existencia del maligno y la posibilidad de invocarlo y de que este mal se materialice en una de sus mil formas con la finalidad de pedirle algo. En el fondo siempre fui bastante escéptico sobre estos temas pero no puedo negar que tenían un toque de morbo.
Una noche mientras fumaba un cigarillo pensé que si todo esto fuese cierto no me importaría vender mi alma a cambio de una vida cómoda, en ese momento el cigarro que acababa de dejar apoyado en el cenicero salto de este para dar unas vueltas en el aire cayendo finalmente al suelo. En ese momento intenté darle una explicación científica al asunto pero no pude.
Lo que sucedió al día siguiente me marcaría para el resto de mi vida......o quizás mi eternidad.
Esa noche era una noche mas, una noche común en la que brillaba una hermosa media luna. Serían aproximadamente las 12 de la noche y volvía del cine solo, disfrutando de una buena temperatura para ser octubre y pensando mientras escuchaba mis propios pasos y pensaba en los próximos exámenes que estaban ya a la caer.
Cuando estaba llegando a mi casa antes de doblar la ultima esquina salió un hombre que ahora intentado describirlo me resulta un tanto difícil por la rapidez del encuentro como por el tiempo que ha pasado. Recuerdo que me llamo la atención su altura como su elegancia, tendría unos cincuenta años por el aspecto de su cara pero su mirada era fría y cruel.

Me miró fijamente y me dijo, creo que me buscabas.
Mi corazón se aceleró de tal manera que fue totalmente inútil disimular mi miedo, por mi cabeza en décimas de segundo pasaron multitud de cosas pero no pude articular palabra,estaba aterrorizado. Me di la vuelta por donde había venido a paso rápido alejándome de aquel ser. Después de andar unos diez metros escuche de nuevo su voz , ya es tarde me dijo y en ese mismo instante me giré para ver si me seguía pero ya no estaba.

La vida no me fue mal conseguí un buen trabajo y formé una familia todo en mi vida funcionaba correctamente, dedicaba mi tiempo libre a mis hobbies, mis hijos, y la verdad es que tenía mucha suerte. Nunca tuve una gripe, ni un accidente y salía con éxito de todos los problemas de la vida cotidiana.

Pero todo se torno gris y oscuro una noche víspera de todos los santos. Tuve mi primera pesadilla, después de treinta años soné con aquel misterioso hombre, que sin mediar palabra me señalaba y después de este sueño moría.
Cada noche pasaba lo mismo ese hombre de mirada siniestra y vacía me señalaba y volvía a morir cada vez de una forma diferente.
Esto empezó a convertirse en un problema, me levantaba por la mañana cansado, no rendía en el trabajo y mi vida familiar empezó poco a poco a deteriorarse.

La única salida a mi problema fue buscar un psicólogo, esa misma semana abrieron una consulta en el mismo edificio donde yo vivía.
Dr Samael,ponía en la placa de la entrada. Con el lógico nerviosismo ya que era la primera vez que necesitaba este tipo de ayuda cogí aire y llame al timbre.
La puerta se abrió con una extraña rapidez después de mi llamada, como si alguien estuviera esperando al otro lado. Me quede sin respiración, todo empezó a girar al rededor de mi a una velocidad de vértigo.
Me encontré cara a cara con aquel hombre que hacia treinta años dejo una marca imborrable en mi memoria.
Como mi primer encuentro, como aquel adolescente cobarde mi reacción fue la de huir de nuevo, corrí escaleras arriba mientras escuchaba nuevamente su voz.


Ya es tarde y tenemos un trato repitió con su grave y profunda voz.

Ahora me encuentro a oscuras en mi casa escondido en mi habitación, pero ya es tarde el dolor en mi pecho es insoportable y tengo dormido mi brazo derecho, tengo mucho frió.


Estuviste cerca, escuche mientras me despertaba, a sufrido un ataque al corazón y no es normal en un joven de su edad , me dijo la enfermera. Entonces respire aliviado, me di cuenta que todo fue una pesadilla causada durante el coma. Nunca fume, no tengo familia y el cine siempre me ha aburrido.
El cirujano hizo un excelente trabajo, me dijo la enfermera, en pocos días te daremos el alta, el cirujano el Dr Samael ,que por lo que veo ya os conocíais te visitara esta noche y me dijo que no olvidases vuestro trato.......

Me desperté en mitad de la noche en medio de otra pesadilla.










FIN

Copyright ©2008. Derechos de Autor Tony

2 comentarios:

Anabel Botella dijo...

Samael hace de las suyas, ya sea en sueños o trayendo niñas al mundo para que enamoren a ángeles. Me ha gustado Tony. Es diferente a mi relato, pero muy interesante. Las pesadillas existen, y de qué manera. Me recuerda un poco a una serie que echaban por la sexta: The Riper.
Nunca hay que vender nuestra alma al diablo... pero a veces me dan ganas.
Saludos desde La ventana de los sueños.

Kenneth Fallas B. dijo...

Muy interesante, en mi caso he pasado por algunos momentos no muy gratos, por lo que un dia dije "ultimadamente le vendo mi alma al diablo", cual es mi sorpresa, dias despues tengo una pesadilla, me encuentro en una acera sentado y en eso pasa el un hombre en un auto lujoso y me dice usted sabe que esto y todo lo que usted quiera puede ser suyo solo escriba al frente de la iglesia esto al reves, se iba marchando y donde iba dando la vuelta me grito "pienselo", a los 3 dias vuelvo a tener una pesadilla donde igual estoy sentado en la acera,y llega un hombre vestido de traje entero y me dice vamos lo invito a algo, a lo que yo accedi, cuando estabamos en el restaurante el me pregunta "que ha pensado de lo que le propuse?" realmente no recuerdo mi respuesta, se que no escribi nada al frente de la iglesia, pero si fue algo que me puso a pensar en tener cuidado con lo que uno dice.