Hoy me desperté acurrucado
junto al vértice de tus sentidos
y pensando que dormías
volé hacia tu interior,
bordeando azules aristas
afiladas y frías.
Admirado por tu apotema
te camine de puntillas,
palpando secretos
en este espacio cristalino,
de paredes suspendidas,
de lejanos recuerdos,
de reflejos sin salida.
Miraba hacia arriba
buscando una respuesta
a esta complejidad de tus formas,
con mil fórmulas de trigonometría.
Pero nada encontré
en esta pirámide regular invertida,
solitaria y sin salida.
Me quedé descansando
en tu cúspide,
encogido en este momento
en el que dormías,
soñando que tú,
frágil composición de mis desvelos,
tú, me tenías.
junto al vértice de tus sentidos
y pensando que dormías
volé hacia tu interior,
bordeando azules aristas
afiladas y frías.
Admirado por tu apotema
te camine de puntillas,
palpando secretos
en este espacio cristalino,
de paredes suspendidas,
de lejanos recuerdos,
de reflejos sin salida.
Miraba hacia arriba
buscando una respuesta
a esta complejidad de tus formas,
con mil fórmulas de trigonometría.
Pero nada encontré
en esta pirámide regular invertida,
solitaria y sin salida.
Me quedé descansando
en tu cúspide,
encogido en este momento
en el que dormías,
soñando que tú,
frágil composición de mis desvelos,
tú, me tenías.