viernes, 30 de octubre de 2009

ESCALADA INVERTIDA

Lenta escalada de recuerdos
descolgados en esta cornisa,
que es de subida a la memoria
de un tiempo dormido.
Con calma, me susurra el destino,
que acostumbrado está a las
eternas sendas del olvido.
Fragoso es el camino,
difícil el recorrido.
Sin premura me acerco
al rincón de tus sentidos,
sin el óbice del tiempo.
Al final de tu esencia
termino suspendido en
en el abismo de tu ausencia,
entonces en ese momento,
en ese preciso momento,
sueño que te beso,
acurrucado en mi inerme coraza
hecha de frágiles recuerdos,
de delicados momentos,
donde en el espacio del alma,
la orientación es la clave,
para el no, olvido.

miércoles, 21 de octubre de 2009

La ausencia.


Sorprendido te observo en la lejanía,
en este estanque de pena en el que deliro.
Aguas que fueron claras y limpias,
de las que hoy solo quedan los restos
rotos de recuerdos dormidos.
Una extraña ausencia se asoma a mis ojos,
contempla cómo desaparece ese amor
que creía eterno, amor transformado
en un implacable dolor corrosivo.
Me quedo inmóvil,
perdido en medio del camino,
en este jardín otoñal
extraño y vacío,
donde los leones más fieros
tiritan y lloran de frío.

lunes, 12 de octubre de 2009

La noche

Te recorro a paso lento,
dibujando melodías en el aire,
con la quietud pausada
de uno de mis suspiros.
Te observo fascinado,
en silencio, como un niño
que tiene miedo de romper
en mil pedazos la luna,
que es tu cuerpo desnudo
que descansa junto al mío.
Te tapo con mi manto
de estrellas perfumadas
por tus besos, suaves y sinceros
que guardo en una caja
que reposa sonriente al lado de mi alma.
Te regalo una orquesta de grillos
en esta noche cercana
en la que solos tu y yo,
junto a un cielo infinito
de deseos futuros,
me he dormido en tu mirada,
mientras esperamos juntos
y derrotados de tanto soñarnos,
a la temida mañana.

jueves, 1 de octubre de 2009

TORMENTA DE RECUERDOS

El resplandor cede a la vigilante noche
que se arrastra por pendientes montañosas
entre un aire denso, que pesa sobre el corazón.
Gotas de mercurio caen sobre un oscuro
y abyecto suspiro, iluminado
un cielo denso e inmóvil al tiempo.
Plomizas memorias se deshacen lentamente
en este aire quieto al que reclamo silencio,
mientras el aire desgarra sueños en violentos jirones.
Como un rayo llega antes la luz como recuerdo,
que el dolor que es su estruendo.
Serpiente luminaria de
destellos crueles, sombras de claridad
que resuenan en esta noche derramada,
en la que pude vislumbrar en la lejanía
que es tu cuerpo,
el misterioso fuego de San Telmo.