jueves, 28 de mayo de 2009

NIEBLA

Legiones silenciosas
de espectrales siluetas frías
se deslizan entre las ramas de la memoria
dejando abiertas multitud de heridas.

Tambores en la lejanía
de un ejército con nombres de sangre,
que ignorando el sufrimiento humano
se alimentan de nuestros miedos,
transformando la crisálida otra vez en gusano.


Aullidos mudos de poemas,
de mi ausencia de inspiración,
convierten a mi poesía en huérfana,
en un nido vacío de constante indecisión.
Espesa niebla.
La nada…….

jueves, 21 de mayo de 2009

Al atardecer

Sangra la tarde almidonada
sobre telas ocres.
Tiestos de albahaca perfuman brisas
poblando el aire de formidables
ecos de nubes algodonosas.
La luz se debilita,
dulce armonía dorada
acaricia las lomas más lejanas.
Duerme la tarde
sobre el canto de un ave ambulante.
El resplandor cede a la vigilante noche,
que gatea por pendientes montañosas
barriendo al final la llanura
como una larga serpiente negruzca,
que peina a la luz
dejándola a oscuras.
Cae el sol por el curvo horizonte
como en un decorado de atrezzo
que despide este día
con un dorado
y cálido final perfecto.

jueves, 14 de mayo de 2009

El niño de plata y la princesita de oro.

En el reino de los sueños
habita un niño de plata
de grandes ojos negros,
mirada tierna
y sonrisa serena.
Su amor crea nubes,
su juicio lunas
y con su sonrisa
al arco iris saca a pasear.


En el reino de los sueños
habita una princesita de oro
que quiere ser rosa,
de pelo corto y tez blanca.
Con sus pestañas crea el viento
y con sus abrazos el mar.


En la silenciosa noche
cuando las almas descansan
y los suspiros se calman,
se acercan sigilosos
al borde de mi cama
acariciando mi cara.

Me susurran al oído
la clave para poder entrar
a su reino candoroso
donde no cabe la maldad,
arropándome
en su grata locura
de sencillez pura
que un día,
decidí no olvidar.

jueves, 7 de mayo de 2009

Mi jardín.


En este descuidado jardín
de flores marchitas,
y hojas caducas,
de nieves perdurables
en la frialdad de esta orilla
en la que me cubro,
creíste encontrar la belleza,
la curiosidad por lo ignorado.

Quisiste regar con agua
de unos besos imposibles
el recuerdo de unos versos
congelados en el tiempo.

Brevemente florecieron
las flores más tempranas,
ignorando por un instante
unos intensos abrazos
que dieron luz de forma momentánea
a una noche sin luna.

Pero todo fue una ilusión,
lo fugaz del ser.

En este frío jardín
de besos que fueron espejismos,
de sueños truncados,
donde los leones lloran,
creí en la primavera
en la que pude por un instante
disfrutar y perderme
en su vasta
y eterna lejanía.